Un día chateando le dijo: "-si te esperé 37 años , qué son unos días más?!"; pero se le hacía difícil porque muchas cosas que los rodeaban tenían en sí mismo un dejo de "algo" inconcluso permanentemente.
Ella , sin embargo, sabía que quería seguir adelante con algo en común, diseñado desde ahora y hacia adelante, sin la contaminación de lo que fue. Y se decía a sí misma: - "tengo intrigas palaciegas sobre lo que seremos capaces de hacer, cómo continuaremos adelante con nuestra amistad , renovada o cambiará de rumbo?.
Lo que sí sabía claramente era que se quería dejar llevar.
Habitualmente se decía a sí misma: - "gente rara a mi alrededor; será porque yo misma lo soy?". Encuentros inesperados-esperados, conscientes-inconscientes; así de variados porque así lo sentía. Y también sentía una poderosa ansieda por comunicarse, pero se medía y se quedaba con las ganas de saber más.
Analizaba combinaciones de posibilidades, de futuros previsibles?, pero las viceras empujaban y arrastraban. No lograba ser tan mental.
Así fue como decidió escribirle porque se aferraba a esa re - aparición como ese eslabon necesaario que la vinculaba con un pasado también inconcluso; había quedado una brecha abierta y suspendida.
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