A veces lo sabemos, otras, no somos conscientes de ello, pero la NECESIDAD DE APROBACIÓN está siempre allí; nos acosa y somete.
Hacemos cosas, pocas o muchas, logramos valorarlas o no, y en el fondo subyace esa esperanza.
Hace no mucho le hicieron una entrevista a Isabel ALLENDE con motivo de la promoción de su último libro "RIPPER" , en donde dijo algo que me quedó repicando hasta hoy: "hay crisis de expectativas".
Misteriosamente, esas cuatro palabras encierran para muchos el sentido mismo de su vida , que de pronto, asi, se quedan a la deriva, sin dar con su misión en la vida solo por la espera de que alguien valide su hacer.
Y quizás solo se trata de una palabra que ayude a dar el salto desde el fondo para renacer en su propio encuentro, en su propia valoración .
Por qué algunos no logran darse la oportunidad de creer en sí mismos sin la validación que da una aprobación externa?
Debemos aceptar que , en principio, no se puede agradar a todos o estar de acuerdo con todos y que lo verdaderamente importante es intentarlo sin decaer, sin bajar los brazos porque , todo llega y aunque nadie te diga "BIEN", "QUE BUENO" o "TE FELICITO", los frutos se verán y la satisfacción será el mejor premio porque perdurará y nos sobrevivirá.
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