DESPRENDERSE

A veces, o casi siempre, se trata de "saber parar".

Lo mas difícil es parar el pensamiento, una bestia salvaje que nos suele llevar por laberintos interminables, que nos hace ver lo que no está y creer o que no es.

E inocentemente, se le da crédito, aún, ante el beneficio de la duda.

Si nos tomamos un minuto consciente, muy consciente, ese caos se detiene y nos pone en una tarima desde donde podemos evaluar la posible realidad, sin distorsiones , o al menos no tantas.

El mal habito de "suponer" alimenta a esa bestia que lleva a tomar malas decisiones, esas que tomamos demasiado pronto y se convierten en errores de los que nos arrepentimos el resto de la vida.

Esos malos pasos que son producto de no saber quienes somos y la existencia parece convertirse en una carrera por parecer ser.

Debemos concentrarnos en conocernos y aceptarnos con todo, por que eso es lo único que nos alejara de todas las dudas y angustias. Por qué? , por que no habrá contra quien compararse, nadie podrá encontrar sentido a compararnos con nadie , tan solo porque solo somos estos que decidimos ser y nada está mas allá de eso. 

Alguien podrá decir; es que no te importa nada?, y....podría decirse eso, pero en el sentido de que al no aferrarnos a nada ni a nadie, pareciera ser que no hay nada que perder, no?, y me parece que los temores y angustias tienen su génesis en eso, en la idea de que se pierde algo o a alguien.

Ahora bien, piénsenlo, si algo o alguien dejan de estar junto a uno, es porque no debían estar, si algo o alguien nos hace mal, por que querer retener?. 

Algunos podrán esgrimir un millón de motivos, pero puedo decir, ya mismo, que ninguno estará alejado del egoísmo. 

Ni arrepentimientos, ni temores, ni angustias deberían  ofuscar nuestras mentes. Hacer lo que hay que hacer, con todo.

DESPRENDERSE es la clave.